Del sánscrito “veneno”, los kleshas son conceptos que se refieren a estados mentales negativos que oscurecen la mente y nos llevan al sufrimiento. Son cinco en total: Avidya, asmita, raaga, dvesa y abhinivesa.
En los yogasutras de Patanjali se usa este término para definir una compresión incorrecta, definiendo una falsa percepción o malentendido. Lo contrario a avidya es vidya, entendimiento correcto. Avidya puede ser entendida como la acumulación de nuestras acciones y formas de percibir que hemos estado realizando mecánicamente durante años. Como resultado de estas respuestas inconscientes, la mente se vuelve cada vez más dependiente de los hábitos hasta que aceptamos la acciones de ayer como las normas de hoy. Esa habituación en nuestra acción y percepción se llama Sankara. Estos hábitos cubren la mente con avidya, como si oscurecieran la claridad de la conciencia con una capa transparente. Si estamos seguros de que no entendemos claramente una situación determinada, generalmente no actuamos con decisión. Pero si tenemos claro nuestro entendimiento, actuaremos y nos irá bien. Tal acción surge de un nivel profundo de percepción, en cambio avidya se distingue por una percepción superficial. Creo que veo algo correctamente, así que tomo una acción particular y luego tengo que admitir que me he equivocado y que mis acciones no resultaron beneficiosas. Entonces tenemos dos niveles de percepción: uno está profundo dentro de nosotros y libre de esta capa de avidya, el otro es superficial y oscurecido por avidya. Así como nuestro ojo es transparente y claro, y no debe teñirse para ver los colores con precisión, nuestra percepción debe ser como un espejo cristalino. El objetivo del yoga debe ser reducir la capa de avidya para poder actuar correctamente.
Continúa leyendo 👇🏼👇🏼👇🏼